domingo, 5 de julio de 2009

Cadenza

La caótica neurosis del claro de luna
me limita a seguir haciendo usufructo
de sus encantos.
En arrebatadoras y punzantes ganas,
mi energía se devora para jamás existir.

Y cuando por fin el agujero negro,
incrustado en mi cerebro como un culo pequeño
sin falo que lo alimente,
arroja las voluptuosidades
de la bendita creación,
vivo en la muerte de quien nunca

ha escuchado nada ni ha saltado con intervalos
alegres y plagiados por la maldición
de la luz y del mar.

Si la nada fuera el origen,
soy el todo creado por nada.

Cambio de energía.
Es Magdalena quien me
lanzó una piedra.

Respiro…

Uno…
Dos…
Tres…


Con la creación castigada por delicias putas
(respiro)

que follan entre sí,
(exhalo)
me regenero entonces
(respiro)
para olvidar tu neurosis.

(exhalo)