domingo, 31 de enero de 2010

Caos nocturno. Placer del tiempo

En psicológico crepúsculo
de quimeras insaciables
se extiende a lo lejos un manto estelar.
Mis ojos sólo ven oscuridad
en cuyo vacío infinito
fulgores muertos flotan traviesos.
Con tez luminosa y tardía,
entregándote al tiempo y al espacio,
dominás con puro candor
la grandilocuente soberbia del Sol.
Mas vos sólo te escondés en el atardecer
y tímidamente seducís a tus seguidores
para luego surgir en ese espacio
al que noche llaman
los odiosos hombres mañaneros.
Estás con el caos y el placer
porque tus senos se retuercen
entre estrellas mustias.
Tu juventud es eterna
y me eleva en la cumbre
de un éxtasis brioso.
Y si en verdad te apartás
del corazón ensangrentado
de alguien que te adora,
sólo cubrite de nubes negras
para que no veas cómo se vive
una muerte candorosa
de alguien que te extraña siempre
en las putas mañanas radiantes.

marzo de 2006

No hay comentarios: